Como un gesto de venganza Daniel Ortega decidió arrebatarnos nuestra nacionalidad, una tragedia nos está haciendo vivir la dictadura de Ortega y Murillo, “de la sociedad internacional, hay una reacción timorata, solamente se hace a un lado”, señala el director del medio de comunicación Artículo 66, Álvaro Navarro.
En entrevista para “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin y Javier Risco, compartió que en 2017 nació Artículo 66 que debe su nombre al artículo constitucional sobre libertad de expresión y derecho a la información de la Constitución de Nicaragua, con el objetivo de respaldar las libertades públicas y dar a conocer lo que “un gobierno autoritario pretende ocultar”.
Al igual que otros cientos, también fue despojado de su nacionalidad “no habíamos sido encarcelados con los 222 presos políticos, pero como un gesto de venganza Daniel Ortega decidió también arrebatarnos nuestra nacionalidad como nicaragüenses”.
Señala que el régimen de terror en Nicaragua, les ha obligado a movilizarse “hemos encontrado la solidaridad en varios países, como Costa Rica, México, Estados Unidos y España“.
Reconoció que “tras la resolución irracional y cavernaria de parte de Daniel Ortega ha salido mucha solidaridad de varios países”, sin embargo. reclamó que en la comunidad internacional “hay una reacción timorata, solamente se hace a un lado”. “Vemos con frustración que organismos los pronunciamientos de la OEA o sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea no den resultados”,
“México ha ofrecido otorgarnos la nacionalidad, está la intención política que reconforta a cualquiera que se encuentra ne esta situación de vulnerabilidad”.
Sobre los bienes de quienes han sido exiliados dijo “hay quienes tienen bienes mancomunados y les han dicho aquí pagarán justos por pecadores”, “lo que he construido es una casita y un vehículo en Nicaragua…si ese es el costo de compromiso con mi país me reconforta, hay quienes han entregado su vida”.
“Ortega se siente rey en un conflicto en el que sus hijos no arriesgan la vida, pero sí la gente más pobre de la sociedad”.
Y aunque reconoció “un error de los nicaragüenses que con ánimos de no caer en la violencia hemos permitido que se haya consolidado tanto esta dictadura criminal”, “vamos a seguir de pie defendiendo las libertades en nuestro país”. “En Nicaragua no perdemos la esperanza”.