Al acceso al aborto legal en Estados Unidos, como en muchas partes del mundo, sigue siendo un tema tabú. La decisión que deben tener -por derecho- las mujeres sobre su cuerpo, sigue siendo cuestionable, toda vez que se ha hecho recurrente interrumpir sus embarazos a través de métodos seguros y efectivos, en lugar de hacerlo de manera clandestina, arriesgando sus vidas.
El uso de la mifepristona (uno de esos métodos seguros y efectivos) tiene en jaque a Estados Unidos, luego que una demanda en Texas amenace con retirar de los estantes de todo el país este medicamento, el cual es permitido por la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde hace más de 20 años. En un debate que parece no tener fin, la noche de este viernes un juez federal en Washington indicó que la FDA debe mantener disponible la mifepristona de manera disponible al menos en 12 estados.
Es la primera toma de un régimen de dos pastillas, el cual fue recomendado por la FDA para interrumpir de forma segura y efectiva un embarazo.
Lo que hace la mifepristona es bloquear la progesterona, ayudando al cuerpo a mantener el interior del útero. La progesterona es la hormona necesaria para que continúe el embarazo. La segunda toma para que el embarazo se interrumpa es el misoprostol, el cual vacía el útero.
La mifepristona se usa también como parte del tratamiento de mujeres que han sufrido un aborto espontáneo.
Además de la FDA, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología han indicado que tanto el misoprostol como la mifepristona, son seguros, esto por espacio de dos décadas. Diversos estudios en Estados Unidos, los cuales fueron citados por la BBC, indican que más de la mitad de las mujeres que se practican un aborto lo hacen utilizando este medicamento y que es efectiva en cerca del 95 por ciento de los casos.
Además, refieren que menos del 1 por ciento de las veces necesitan de un seguimiento médico, contrastando con lo que declaran las organizaciones y activistas provida, quienes aseguran que este tipo de medicamentos consumidos para lo que ellos llaman “abortos químicos”, son riesgosas para las mujeres y poco efectivas.
Si acercamos la situación a un panorama en México, la realidad es que si en Estados Unidos el tema es complicado, aquí mucho más. Muchas organizaciones, colectivas feministas y activistas, ayudan a interrumpir el embarazo a mujeres que deseen hacerlo en México, sobre todo en aquellas entidades en donde no está legalizado el aborto y, además, está criminalizado. Aún utilizando métodos efectivos como el misoprostol y la mifepristona, se sigue criminalizando con todo y el acompañamiento que dan a las mujeres que deciden sobre su cuerpo e interrumpen el periodo de gestación.
En los estados en donde es legal el aborto en Estados Unidos, ambos medicamentos están disponibles y se amplió su distribución en abril del 2021, cuando la FDA declaró que eliminaría el requisito de tener que ir a buscar la mifepristona en persona mientras durara la pandemia por Covid-19.
En México, hemos de recomendarte que acudas directamente a las clínicas en donde es legal la interrupción del embarazo, conocidas como clínicas ILE, aunque sólo lo podrás hacer en los estados en donde el aborto es permitido. Hasta el momento, el debate continuará en Estados Unidos, poniendo en jaque un tema que debería competer únicamente a las mujeres: ser libres de decidir sobre sus cuerpos.
