México es el tercer país más desigual del mundo, bajo esa premisa, y en coordinación con la plataforma de EL PAÍS, la columnista Viridiana Ríos presentó el reportaje “De un lado| del otro. Así se vive la desigualdad en México”.
Tras la creación de un algoritmo que analizó 45 mil vecindarios a fin de identificar en dónde están las desigualdades más graves en México, el equipo realizó una visita a estos lugares para obtener la descripción de cómo se vive ahí.
En el espacio de “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin y Javier Risco, puntualizó como causas del problema, “la falta de definición del uso de la tierra”, es lo que ha propiciado que de un lado haya casas con techos de lámina y del otro la opulencia de tener incluso una canchas de tenis.
“Los ricos en México viven como la muñeca más chiquita de la matrioshka, rodeados de bardas y bardas” fuera de las cuales el uso de suelo no está claro..
Muestra de ello está en “las ciudades de playa como Tulum en donde hay hoteles de cinco estrellas y 1500 dólares la noche y del otro lado de la calle, que no da a la playa, casas sin luz y sin drenaje”.
“La segunda, es la cuestión estructural, ya que nuestro país por décadas no ha tenido las políticas publicas necesarias para cobrar suficientes impuestos, para promover la competencia, para tener un sistema laboral funcional y de buenos salarios”.
Los puntos con mayor densidad detectados se encuentran en lugares como Tijuana y Ensenada, en donde los habitantes afirman “no tengo un espacio público para crear memorias con mis hijos”, y a unos metros se encuentra la zona vinícola.
En Ecatepec, compara Las Américas con un desarrollo cercano de 400 mil familias que no tienen drenaje, asentados en un terreno que está en el limbo, abandonadas sujetas a las promesas de los políticos.
Los servicios básicos no mandatan a nivel federal, sino municipal, cuando “el municipio es el gobierno más débil y con menos recursos”. “Las capacidades que se le dieron hace 100 años son las mismas con las que cuentan ahora, por lo que afirma, ”no es un problema solo de voluntad política, sino un problema real de cómo estructuramos este país”.
