Gianni Infantino abrió la tradicional conferencia de prensa previa al mundial, con un largo monólogo en el que arremetió contra los críticos de la organización del torneo por el historial de derechos humanos del país.
“Hoy me siento qatarí. Hoy me siento árabe. Hoy me siento africano. Hoy me siento gay. Hoy me siento discapacitado. Hoy me siento (como) un vagabundo. Hoy me siento (como) un trabajador migrante”, dijo. “Me siento todo esto porque lo que veo (…) me lleva a mi historia personal”
Infantino detalló que había crecido como hijo de trabajadores inmigrantes en Suiza y que había sido acosado por su acento y por ser pelirrojo y pecoso.
“Por supuesto, no soy qatarí, no soy árabe, no soy africano, no soy gay, no soy discapacitado (…) Pero lo siento así, porque sé lo que significa ser discriminado, ser acosado, como extranjero en un país extranjero “.
Los derechos del colectivo LGBT han sido una piedra de toque para los críticos del torneo, ya que las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y se castigan hasta con tres años de cárcel en Qatar.
Asimismo, el presidente de la FIFA acusó de hipocresía a quienes criticaron el trato de Qatar a los trabajadores inmigrantes, y añadió que el compromiso es la única forma de mejorar los derechos humanos.
Infantino se refirió a las críticas europeas contra el país anfitrión en relación con los trabajadores inmigrantes y los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales.
“Soy europeo. Por lo que hemos hecho durante 3.000 años en todo el mundo, deberíamos pedir disculpas durante los próximos 3.000 años antes de dar lecciones de moral“, sostuvo Infantino.
El discurso lo finalizó, con la consigna de que “todos debemos educarnos, muchas cosas no son perfectas, pero la reforma y el cambio llevan tiempo”.