La quinta etapa dentro del Tour de Francia tuvo un nuevo ganador: el australiano Jai Hindley, perteneciente al equipo Bora-Hansgrohe, quien se convirtió en el nuevo líder del evento, lo cual alertó a sus contrincantes para el resto de la edición.
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“No estoy aquí para calzar a un ciempiés. Por ahora solo quiero centrarme en este momento, apreciar la victoria y el amarillo. Va a ser difícil mantenerlo y el equipo me ha ayudado mucho. Estoy aquí para disputar la general, pero estoy aprendiendo y aunque no quiero levantar muchas expectativas, quedan muchas etapas por delante”, aseguró el australiano.
El evento vio a su vencedor a casi tres minutos de alcanzar las cuatro horas de ciclismo, en las que Giulio Ciccone, Felix Gall y Emanuel Buchmann por debajo del vencedor. Aunque Jonas Vingegaard fue el artífice de la escapada en el tramo final de la prueba, al superar a Tadej Pogacar, quedó a 47 segundos del hoy líder y que a partir de este jueves portará el maillot amarillo que tuvo en ocasiones repetidas Adam Yates.
Aunque Hindley aseguró que su objetivo principal era guardar las energías suficientes para la tercera semana de actividad, aprovechó el haberse colado al grupo estelar en una fuga y aprovechó el tiempo para ganar la etapa, tras finalizar con un cronómetro general de 22:15:12 luego de cinco pruebas.
Para la sexta sección del Tour, el recorrido contará con la ascensión al Col de Tourmalet con la llegada a la cima del Cauterets-Cambasque luego de 144 kilómetros y un desnivel que alcanzará los tres mil 894 metros.
Pogacar, ganador en las ediciones de 2020 y 2021 señaló a su máximo rival, Jonas Vingegaard, como un contrincante que se ha visto muy rápido en los ascensos y al que ha sido difícil aguantar, pese a confirmar que no todo está perdido. “Ha sido un golpe fuerte, pero no es más que la primera etapa de montaña. El objetivo está claro y hay motivación en el equipo para pelear cada día y recuperar tiempo”.
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