Las imágenes del traslado de miles de presos a a la nueva ‘megacárcel’ solo muestran a los hombres con tatuajes que los identifican como integrantes de alguna pandilla o ‘mara’, pero se oculta a la mayoría de civiles que no tienen señal alguna de pertenecer a uno de estos grupos, denunció Óscar Martínez, jefe de redacción de El Faro, en Así el Weso.
“Cuesta mucho distinguir entre el show y la realidad de esto que Bukele sabe montar tan bien para la comunidad internacional”, dijo.
En entrevista con Enrique Hernández Alcázar, destacó que el gobierno asegura haber capturado a 64 mil personas en los últimos meses, en un país de 6.5 millones de habitantes, más pequeño que Chiapas, “es decir, mucha de esa gente, la gran mayoría de esa gente no tiene ningún tatuaje, o tiene ninguna señal comprobada de pertenecer a ningún grupo pandillero y hay decenas de casos que han diagnosticado organismo de prestigio como HRW de gente que ha muerto adentro sin deber absolutamente nada.”
Explicó que el traslado de hombres tatuados, que consideró un “despliegue propagandístico”, ocurrió cuando una Corte de Estados Unidos requirió a varios integrantes de la MS, con un documento que recuerda que Nayib Bukele, presidente de El Salvador, negoció con la Mara Salvatrucha.
“Desgraciadamente, Bukele es la expresión de una población desesperada que busca mas a un Mesías que a un presidente”
Pese a ello, señaló que Bukele goza de una popularidad de más del 80% y se va a reelegir de forma inconstitucional, algo que en su opinión se debe a que la gente de El Salvador nunca ha vivido en democracia y no sabe cómo funciona, por lo que “no le puedes pedir a una sociedad poco democrática, sometida por el crimen durante tantos años, que escoja a un demócrata como presidente.”
