Carlos III fue coronado en una majestuosa ceremonia en la Abadía de Westminster.
Fue ahí donde recibió la prestigiada corona de San Eduardo luego de que las trompetas sonaron y los ahí presentes clamaron ¡Dios salve al Rey”.
Se estima que más de 2 mil invitados acudieron a este evento entre los que destacan líderes mundiales, celebridades y aristócratas, por mencionar algunos.
Más tarde el rey Carlos y la reina Camila saludaron a los seguidores de la monarquía presentes afuera del Palacio de Buckingham.