En votación secreta, el próximo 2 de enero la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJ) elegirá a su nuevo presidente.
Las ministras y ministros Yasmín Esquivel Mossa, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek, Alberto Gelacio Pérez Dayán y Norma Lucía Piña Hernández, son los cinco aspirantes a suceder a Arturo Zaldívar en el “Trono” del Poder Judicial Federal que implica también la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal.
A través de sufragios por cédulas, los once ministros decidirán cuál de ellos será su presidente para los próximos cuatro años.
Cada cuatro años, la Suprema Corte deberá renovar la presidencia, razón por la cual Zaldívar culminará su mandato el próximo 31 de diciembre, tras rechazar quedarse dos años más al frente de esta responsabilidad, como se lo propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con ello y según lo establece el Artículo 29 del Reglamento Interno de la SCJN, entre el 1 al 5 de diciembre los ministros que aspiran a ocupar la titularidad del Tribunal Constitucional, presentaron su proyecto de trabajo que aplicarán, en caso de resultar electos.
Y, a partir del 6 de diciembre, se hicieron públicos los proyectos de los cinco magistrados que levantaron la mano para suceder a Zaldívar, en aras de que puedan ser evaluados por sus pares y por aquellos interesados en estos temas.
La elección se llevará a cabo en sesión pública solemne el primer día hábil de enero; en este caso, el 2 de enero de 2023, y será presidida por el Ministro decano, Luis María Aguilar Morales quien se encargará de dirigir y vigilar que se cumpla con el procedimiento establecido en el Reglamento Interior de la Corte.
Para que un ministro sea electo presidente debe obtener cuando menos seis votos. Si ningún ministro candidato obtiene la mayoría requerida, se celebrará una nueva votación en la que solo participarán los ministros que hayan obtenido en la primera ronda el mayor número de votos, resultando presidente electo aquel que alcance seis votos o más a su favor.
Por definición, la SCJN como cabeza del PJF, es un órgano colegiado cuyos miembros no son electos por voto popular, como sucede con los poderes Ejecutivo o Legislativo, y en donde teóricamente no hay preferencias partidistas, por lo que el sufragio mediante cédulas -las cuales son destruidas inmediatamente después de cada ronda de votación-, es necesario para evitar una excesiva politización y división del pleno de ministros.
