Las lluvias recientes en la Ciudad de México fueron resultado de la entrada de humedad del Pacífico y Golfo de México, un fenómeno no asociado con la siembra de lluvia que “no es conveniente”, afirmó el ex director del Servicio Meteorológico Nacional, Alberto Hernández Unzón,
En el espacio de “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin y Javier Risco, dijo que el punto principal de las tormentas es la humedad en niveles bajos, pero que utilizar “cualquier mecanismo para acelerar el proceso de las nubes, es modificar el ciclo normal del agua, es modificar el tiempo”.
Los especialistas lo conocen como “estudio de modificación artificial del tiempo y por supuesto todos brincamos ante eso, es algo antinatural, y va a acelerar el proceso de las lluvias en algunas zonas, pero en otras se las va a llevar y va a perjudicar, no es conveniente”.
“Aunque a muchos los agarra la presión política, lamentablemente tienden a hacer estos proyectos de siembra de lluvia en época de estiaje, donde no hay lluvias”.
“Se necesitan de nubes especiales… tiene que ser cumulonimbos que sabemos empiezan a crecer después de las dos de la tarde, hasta las cuatro”. “no se pueden mover las nubes”.
Afirmó que “sembrar una nube representa usar 100 litros de yoduro de plata” y de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), “los iones y yoduro de plata disueltos son fungicidas, alguicidas y bactericidas que afectan la microbiota terrestre y acuática”.
Y coincide con lo publicado por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) que “colocar químicos sin las condiciones de humedad, con la presencia de gotas de nubes o corrientes ascendentes no produce ningún efecto”.
Por ello concluye que “si la técnica de siembra se aplica en un área específica de forma reiterada el químico se acumula en el ecosistema la contaminación afecta a las aguas superficiales”, algo que no se estan considerando.