Aunque en el 2018, el presidente aseguró a los ministros que no habría “palomas mensajeras ni halcones amenazantes”, que habría “absoluto respeto con sus veredictos”; el día de ayer reconoció que habló con cinco ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el paso de la Guardia Nacional a la Sedena; “la contradicción no puede ser mayor, el presidente está tratando de presionar a la mala”, “su declaración destaca por el cinismo”, afirma el investigador del instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Javier Martín Reyes.
En el espacio de “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin y Javier Risco, recalcó que “No es raro que en las democracias constitucionales haya diálogo, pero esto tiene que ser por los canales institucionales y a partir de argumentos jurídicos”.
Dijo que “la Corte está para defender y hacer valer la Constitución, para decir cuándo alguno de los poderes rebasa los límites del texto constitucional”.
Señaló que “el presidente no está atacando las razones constitucionales que dio la Corte, está diciendo yo puse a estos cuatro y dos de estos no me están respondiendo”; “se le hace muy fácil convocar a los cuatro que nombró como si le debieran la chamba y tirarles línea”.
“Arturo Zaldívar sí fue uno de los tres votos que sí estuvo con la posición del gobierno para que la Guardia Nacional se quedara en la Sedena, aunque la constitución dice exactamente lo contrario”, recordó.
Finalmente dijo que “hay que respaldar a las instituciones para que puedan tomar con autonomía las decisiones”. “tiene que quedar claro que, tenemos un presidente que nos está diciendo abiertamente que está presionando a la mala al Poder Judicial y ojalá eso no se quede solo como anécdota”, concluyó.