El crítico abierto del Kremlin, Vladimir Kara-Murza, fue encarcelado a 25 años por un tribunal de Moscú el lunes, la sentencia más dura de su tipo desde que Rusia invadió Ucrania, luego de ser declarado culpable de traición y otros delitos que él negó haber cometido.
Kara-Murza, de 41 años, padre de tres hijos y político de la oposición que tiene pasaportes ruso y británico, pasó años hablando en contra del presidente Vladimir Putin y presionó a los gobiernos occidentales para que impusieran sanciones a Rusia y a ciudadanos rusos por supuestas violaciones de los derechos humanos.
Los fiscales estatales, que habían solicitado una condena de 25 años, lo habían acusado de traición, entre otros delitos, y de desacreditar al ejército ruso tras difundir “información a sabiendas falsa” sobre su conducta en lo que Moscú llama su “operación militar especial” en Ucrania. .
En una entrevista de CNN emitida horas antes de su arresto, Kara-Murza, cuya casa familiar está en Washington, alegó que Rusia estaba dirigida por un “régimen de asesinos”. También había utilizado discursos en Estados Unidos y Europa para acusar a Rusia de bombardear a civiles en Ucrania, acusación que Moscú ha rechazado.
Después de escuchar que se le ordenó pasar los próximos 25 años en una colonia penal de máxima seguridad, Kara-Murza, quien escuchó con calma los procedimientos dentro de una jaula de vidrio en la sala del tribunal, mencionó que “Rusia será libre”.
También sonrió y, según una de sus abogadas, Maria Eismont, enunció que consideraba la dura sentencia como un reconocimiento a su trabajo efectivo como político de la oposición.
“Cuando escuchó que tenía 25 años dijo: ‘Me subió el autoestima, entiendo que hice todo bien. Es el puntaje más alto que pude haber obtenido por lo que hice, por lo que creí como ciudadano y patriota‘, dijo.
En su último discurso ante el tribunal la semana pasada, Kara-Murza comparó su juicio, que se llevó a cabo a puerta cerrada, con los juicios ficticios de Josef Stalin en la década de 1930. Se negó a pedirle al tribunal que lo absolviera y dijo que estaba orgulloso de todo lo que había dicho.
Dos veces, en 2015 y 2017, Kara-Murza enfermó repentinamente en lo que indicó que eran envenenamientos por parte de los servicios de seguridad rusos, en ambas ocasiones entró en coma antes de recuperarse finalmente.
Las autoridades rusas negaron su participación en esos incidentes. Los abogados de Kara-Murza dicen que, como resultado, sufre un trastorno nervioso grave llamado polineuropatía.
Eismont, su abogado, precisó que su equipo legal estaba preocupado por su salud después de que un examen realizado en un hospital civil a fines de marzo descubriera que su condición estaba empeorando.
Tatiana Stanovaya, fundadora de la firma de análisis R.Politik, mencionó que el cabildeo de Kara-Murza para imponer sanciones a Rusia había irritado al Kremlin durante mucho tiempo y que su condena era una advertencia.
“Este es un veredicto destinado a enviar una señal y probablemente no sea el último de su tipo”, escribió en la aplicación de mensajería Telegram.
“En el futuro, los servicios de seguridad pueden ser mucho menos exigentes y capturar a cualquiera que esté en territorio ruso y sea un crítico del régimen de Putin. Esta es una advertencia para todos los activistas anti-Putin: no regresen o los pondremos en peligro”. en la cárcel, de facto de por vida”.
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