La deportación de migrantes mexicanos adultos y menores desde Estados Unidos aumentó 41.7 por ciento en los dos primeros meses de 2023, respecto al mismo periodo, pero de 2022, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Las cifras detallan que en el primer bimestre de este año se contabilizaron 43 mil 152 regresos, mientras que en 2022 fue de 30 mil 438. En adultos la cifra es de 48 por ciento más, al registrar 38 mil 854 contra 26 mil 251 del año anterior, mientras que en menores el aumento es de apenas 2.6 por ciento, al pasar de cuatro mil 187 retornos en 2022 a cuatro mil 298 en lo que va de este año.
Además, los estados que enfrentan mayor cantidad de regresos a sus comunidades son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Guanajuato y Michoacán.
Hay un problema de reincorporación para la gente que llega. Una gran mayoría de migrantes regresa sin medios, lo que los deja en una desventaja en sus comunidades
Javier Urbano, Investigador de la UIA
Al respecto, Javier Urbano, investigador de la Universidad Iberoamericana, aseguró que los mexicanos que regresan del vecino del norte se enfrentan a un panorama peor al que vivían cuando se fueron, ya que no existen políticas que los integren a la economía o al empleo.
“Hay un problema de reincorporación para la gente que llega, aparte de los problemas socioemocionales que traen al enfrentar un fracaso de no poder asegurar el desarrollo de su familia y encontrar un trabajo, pero si México no puede asegurar que se vayan, mucho menos integrarlos cuando regresen”, explicó.
Señaló que, si en su regreso siguen en la misma situación, que la que tuvieron al irse, pueden tener otro tipo de problemas como el suicidio, ya que en México la política es que el mexicano que se vaya no vuelva.
“Una gran mayoría de migrantes regresa sin medios, lo que los deja en una desventaja en sus comunidades, pues es miserable que no se les apoye y una vergüenza que regresen peor que como se fueron”, dijo.
Detalló que los mexicanos deportados de la unión americana tienen una presión social más fuerte al cargar un fracaso “encima de sus espaldas”, pues es aún más complicado insertarse a un mercado laboral y acceder a servicios sociales.
Debería existir una política pública que integre a la gente cuando llegue de ese país, pues es complicado que lleguen sin una oferta laboral, vivienda, guardería y su documentación
Esmeralda Shiu, Coalición ProDefensa del Migrante
Por su parte, Esmeralda Shiu, vocera de la Coalición ProDefensa del Migrante en Baja California dijo que no todas las personas califican a quedarse en Estados Unidos, a pesar de que lleguen por temas de desplazamiento forzado y violencia.
Señaló que las personas abandonan sus bienes y se van con “casi” lo que traen puestos, dejando documentos, historia y pertenencias, aparte de que no pueden regresar a sus localidades de origen porque la mayoría está amenazada.
“Debería existir una política pública que integre a la gente cuando llegue de ese país, pues es complicado que lleguen sin una oferta laboral, vivienda, guardería y su documentación, ya que al dejar todo en sus territorios es necesario comenzar el proceso de identificación”, agregó.
Destacó que otro problema es la inclusión de los menores, pues aseguró que quien hace el trabajo son los albergues y no las autoridades, lo que genera una carga constante al sistema de apoyo a la gente, ya que aparte se suman los migrantes de otras nacionalidades.
José María Ramos, del Colegio de la Frontera Norte (Colef), detalló que los flujos hacia Estados Unidos no se van a detener, pues las autoridades de ese país siguen expulsando a la gente a través de sus protocolos, aunque aclaró que los mexicanos son los de mayor flujo.
“Es normal que sean los de mayor deportación, ya que son los de mayor flujo ya que desde hace años lideran las detenciones, aparte que por la cercanía es más fácil que lleguen a ese país”, dijo.
Destacó que mientras sigan las causas que los obligan a salir, seguirán los éxodos, capturas y deportaciones.
