Juegos de poder en el Estado de México son los que se desarrollan este 4 de junio; si gana Alejandra del Moral, sin duda la alianza opositora se fortalecerá, si pierde habrá un predominio significativo por parte de Morena en el país, el futuro del PRI se está jugando en México, afirmó el analista político Bernardo Barranco.
En entrevista con Primitivo Olvera en la jornada “Elecciones 2023”, el especialista en política aseguró que estas elecciones son unas de las más seguidas por medios de comunicación, y opinión pública, “como no se había visto años atrás”. “Una elección que sin duda tiene repercusiones en la configuración de fuerzas del 2024”.
No solo se juega el proceso electoral local para elección de gobernador, es un test, para las elecciones presidenciales. por el tamaño del Estado que suman 12.7 millones de votantes, detalla.
Si el PRI pierde, “se convertiría en un partido que su lucha ya no sería de poder sino de sobrevivencia en el 2024”, “si pierde entra en un tobogán de decadencia y replanteamiento”; perdería 94 años de ser “el partido eterno e inmutable”.
Si gana, estaría en entredicho aquello que reza “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante”, señala.
El Estado de México representa el 18% del padrón electoral del país, de ahí que este proceso sea como “medirle el agua a los camotes” para el 2024.
Sobre el grupo Atlacomulco, señala que todos sus integrantes lo niegan, pero es sobre todo “una forma mexiquense de hacer política basada en aspectos jurídicos, donde la meta central es la unidad, una de las características básicas del grupo político y empresarial más poderoso del país que se extiende a medios de comunicación y oposiciones que son compradas desde Arturo Montiel”.
La característica básica y central es el vínculo entre dinero y política. Si se pierde, Atlacomulco se debilitaría por el reacomodo, su división empresarial llegaría -ironiza- a ser el grupo Atlacomor.