El Estadio Nacional Jorge ‘El Mágico’ González se vistió de gala para albergar la ceremonia de inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, que marcan la edición XXIV del evento regional.
El acto comenzó con la entonación del himno nacional de El Salvador, cuyo presidente, Nayib Bukele, se encontraba en las tribunas del recinto acompañado de su esposa, Gabriela Rodríguez, entre otras personalidades de la nación de Centroamérica.
Momentos después hizo su aparición el torogoz, el pájaro nacional de El Salvador, además de las principales lenguas indígenas que se hablan en dicho país.
Durante la ceremonia que marcó de manera oficial el arranque de la competencia en El Salvador, desfilaron las delegaciones de los 37 países que participarán en la misma durante dos semanas. Por México, los abanderados fueron la gimnasta Alexa Moreno y el halterista Jorge Cárdenas.
Para San Salvador 2023, México lleva una delegación conformada por 645 atletas en la que es la tercera edición de la justa que tiene como sede la capital de El Salvador, tal y como ocurrió en 1935 y 2002.
En total competirán 5,000 atletas de 37 naciones hasta el próximo 8 de julio, cuando el certamen en suelo centroamericano concluya.
El Salvador entra al quite tras renuncia de Panamá
La candidatura salvadoreña para albergar los Juegos surgió luego que Panamá renunció a los mismos en el 2020, durante lo peor de la pandemia. Un año después, el retiro de Puerto Rico como el otro candidato ante una serie de desafíos presupuestarios dejó a San Salvador como ganador de la sede, pero también frente a un gran desafío.
Una de las preocupaciones al discutir el otorgamiento la sede a El Salvador apuntaba a los altos índices de violencia criminal que se habían registrado recientemente en el país centroamericano, considerado en el 2015 uno de los más violentos del mundo con una tasa de 106 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Desde marzo de 2022 el gobierno salvadoreño puso en vigencia sus llamadas políticas de “mano dura” para combatir a las pandillas a las que responsabilizaba de la mayoría de los crímenes en el país. La construcción de una gran prisión de alta seguridad y la detención de más de 60.000 presuntos pandilleros en 15 meses ha generado duras críticas en materia de derechos humanos.
EVG