La guajolota se ha convertido en uno de los desayunos favoritos de los mexicanos, pues resulta altamente saciante y accesible.
En la Ciudad de México, los chilangos hemos disfrutado, al menos una vez en nuestras vidas, de una delicia callejera única: la guajolota.
Estas consisten en un tamal recién salido de la olla, colocado entre dos pedazos de bolillo para formar una torta.
Acompañada de salsa y un buen atolito, esta combinación es un verdadero placer gastronómico. Aunque muchos conocen las guajolotas, pocos saben su origen y la historia detrás de este antojito callejero.
TE PUEDE INTERESAR:
Sheinbaum destaca logros de AMLO en cinco años como presidente de México
Las guajolotas son un verdadero tesoro gastronómico de la Ciudad de México y forman parte de la rica cultura culinaria de la capital. Ya sea que las llamemos tortas de tamal o guajolotas, estas delicias callejeras seguirán siendo un antojo irresistible para los amantes de la comida mexicana.
A pesar de no conocer con certeza quién inventó las tortas de tamal, muchas personas en México las consumen a diario debido a su facilidad y disponibilidad.
Además, su popularidad se debe a que son prácticas de comer en la calle o en el transporte público.
¿Qué es una guajolota?
En la Ciudad de México, las guajolotas se han vuelto un alimento mañanero muy práctico, especialmente para los trabajadores que salen temprano de sus casas. Siempre habrá un puesto en la esquina con un bote de tamales humeantes, listos para satisfacer las necesidades calóricas de los capitalinos.
Aunque algunos critican que las guajolotas de la Ciudad de México pueden ser excesivamente densas debido a la masa dentro del tamal, aquellos que hemos disfrutado de estas tortas de tamal sabemos que existe un contraste delicioso y una razón de ser para ese tamal doradito o al vapor que descansa entre dos panes.
El origen exacto del nombre “guajolota” para esta torta de tamal no está claro, ya que se trata de un antojito con más de 200 años de historia. José N. Iturriaga especula que en los ranchos, los guajolotes eran engordados con maíz, y lo que se introduce entre esos dos panes es el maíz proveniente de las enchiladas que originalmente lleva. Esta podría ser una posible explicación del origen del nombre.
Sin embargo, existe cierta controversia sobre el término “guajolota” y su relación con las tortas de tamal en la Ciudad de México. Algunos argumentan que la guajolota original es un pambazo relleno de enchiladas proveniente del estado de Puebla, no un tamal entre dos bolillos.
En la Ciudad de México, se adoptó el nombre de “torta de tamal”, pero el origen de la guajolota como tal es el pambazo relleno de enchiladas. José N. Iturriaga, historiador y escritor especializado en la cultura culinaria mexicana, explica que la guajolota poblana consiste en una enchilada de chiles colorados secos rellena de carne de cerdo deshebrada.
¿Cuál es el origen de las guajolotas?
El origen de las tortas de tamal, conocidas como ‘guajolotas’, es incierto y rodeado de varias historias transmitidas a lo largo de los años.
Una de ellas sugiere que se inventaron cuando unos ingenieros que trabajaban en Tulancingo, Hidalgo, durante la instalación de electricidad en época navideña, recibieron tortas rellenas de enchiladas de un puesto de comida escaso en opciones.
En tono de broma, los ingenieros dijeron que eso era su “pavo” o “guajolote”, lo cual llamó la atención y llevó a que la comida improvisada recibiera ese nombre.
Otra teoría señala que las tortas de tamal provienen de Puebla, donde eran pambazos con una enchilada dentro. Según el historiador José N. Iturriaga, el nombre de este manjar empezó a asociarse con la combinación de un tamal y un bolillo, ya que ambos están hechos de maíz, al igual que las enchiladas.
Existe una tercera teoría que relaciona a David Bowie con las tortas de tamal. En las redes sociales circula una foto en la que se le ve comiendo un bolillo relleno, supuestamente en la Ciudad de México, aunque no se puede distinguir claramente el platillo.